Detectar
cuando alguien ha sobrepasado un límite físico es muy fácil, hasta las personas
más despistadas se percatan de ello. Sin embargo, los límites psicológicos son
más sutiles y a menudo es más complicado darse cuenta de que alguien los está
sobrepasando.
No
obstante, el principal problema consiste en que la mayoría de nosotros no somos
conscientes de nuestros límites en el plano emocional por lo que nos resulta
complejo determinar con precisión cuando alguien se ha pasado de la raya. Para
evitar un problema, solemos pasar por alto el incidente, lo cual significa que
extendemos nuestros límites, a veces más allá de lo que sería recomendable.
Vale
aclarar que extender nuestros límites no es algo negativo en sí. De hecho, las
personas más creativas, inteligentes y sensibles se caracterizan por tener
límites más flexibles y estar dispuestas a ampliarlos cuando sea necesario.
Sin
embargo, hay ocasiones en las cuales debemos hacer valer nuestros derechos pues
de lo contrario corremos el riesgo de que acaben sometiéndonos desde el punto
de vista emocional. El primer paso consiste en aprender a detectar cuándo alguien
está sobrepasando nuestros límites.
1. Justificas el mal
comportamiento de la persona
Uno
de los signos que indican que alguien puede estar traspasando tus límites son
las excusas que utilizas para justificar su mal comportamiento. Se trata de un
problema muy común en las relaciones de pareja, sobre todo cuando hay violencia
de por medio, ya sea física o psicológica. La justificación típica suele ser: “Él
es muy bueno conmigo, solo me trata mal porque está demasiado tenso con el
trabajo”. O cuando dejas pasar una burla que te ha herido profundamente porque
sabes que, en el fondo, esa persona “te quiere”.
Lo
cierto es que aunque estemos seguros de que la otra persona nos ama, la
violencia y otro tipo de comportamientos que nos causan daño no están
permitidos y no se deben justificar. Debemos estar muy atentos porque los
límites entre la comprensión y la sumisión son muy sutiles. Por tanto, la
próxima vez que intentes comprender por qué una persona se comporta de cierta
manera, asegúrate de que no estás inventándote una excusa para evitar una
discusión y sentirte bien contigo mismo.
2. Te culpas por las cosas
que salen mal
Si
te culpas constantemente por las cosas que salen mal, ya sea en casa o en el
trabajo, es muy probable que exista alguien en tu entorno que está violando tus
límites. Asumir la responsabilidad por nuestras acciones es un acto loable pero
no podemos cargar con las responsabilidades ajenas porque si lo hacemos, jamás
resolveremos el problema, al contrario, estaremos contribuyendo a que se
instaure.
Por
ejemplo, si un compañero de trabajo se ha apropiado del éxito del proyecto que
habéis hecho entre los dos, no debes pensar que es culpa tuya porque no supiste
defenderlo en el momento de la presentación. Quizás es cierto que tienes
problemas para hablar en
público pero eso no significa que no hayas trabajado duro para
llegar hasta ese punto y ese esfuerzo debe ser reconocido. Por tanto, esa
persona está invadiendo tu espacio al apropiarse de un mérito que también es
tuyo. No te culpes, lucha por lo que te corresponde.
3. Dudas de tu decisión
al escuchar otro criterio
Si
después de haber tomado una decisión, comienzas a dudar cuando escuchas el
criterio de otra persona, es muy probable que ese amigo, colega o familiar esté
intentando inmiscuirse en tus asuntos. Vale aclarar que cuando nos encontramos
ante una encrucijada, es normal que consultemos a otras personas para escuchar
su criterio. En ocasiones estos puntos de vista nos pueden hacer cambiar de
idea y no hay nada de malo en ello. De hecho, se trata de un proceso
enriquecedor.
Sin
embargo, hay ocasiones en que las personas intentan manipularnos una vez que
hemos tomado la decisión. El ejemplo clásico es el de los padres que afirman
que apoyarán de manera incondicional a su hijo pero después cuestionan continuamente
su decisión intentando que tome otro camino.
4. No se tienen en
cuenta tus opiniones
Si
a menudo sientes que tus opiniones, deseos y preferencias no se tienen en
cuenta, es probable que alguien esté sobrepasando tus límites. En las
relaciones interpersonales es necesario negociar continuamente las decisiones.
Aunque casi nunca somos conscientes de ello, lo cierto es que nos pasamos gran
parte del día intentando lograr acuerdos. Algunos pueden parecer muy triviales,
como la elección del restaurante o la película que veremos en el cine pero
otros son más trascendentales, como la compra de la casa o la decisión de tener
un hijo.
En una relación equilibrada, cada una de las partes debe esforzarse por
satisfacer a la otra encontrando un punto medio que satisfaga a ambas. Sin
embargo, hay ocasiones en que una de las personas impone su criterio y no tiene
en cuenta las opiniones y preferencias del otro. Cuando se llega a ese punto,
existe una clara violación de tus derechos como persona.
5. Te sientes “pequeño”
En
los casos más extremos, cuando la persona ha soportado durante varios años que
otro traspase continuamente sus límites, puede llegar a tener la sensación de
que no es nadie, es como si su “yo” se difuminase. De hecho, eso es
precisamente lo que ocurre.
Y
es que nuestros límites psicológicos no solo sirven para indicarles a las
personas hasta dónde pueden llegar en sus relaciones con nosotros sino que
también nos determinan; es decir, nos identifican y nos diferencian de los
demás. Por tanto, es usual que las personas que no son capaces de establecer
límites saludables, sufran daños a su autoestima, vean como su abanico de
intereses se reduce paulatinamente y, al final, se sientan perdidas.
¿Qué hacer cuando han
cruzado tus límites?
Cuando
te percates de que tus límites han sido quebrantados, debes decirlo con
claridad. Expresa lo que piensas y cómo te sientes, deja clara tu posición al
respecto para que en un futuro esa situación no se vuelva a repetir. Eso sí,
considera que de nada vale enfadarse o hacer un drama, utiliza un tono relajado
pero decidido. La idea esencial que debes transmitir es que no estás dispuesto
a ceder en determinados puntos.
Fuente:
http://www.rinconpsicologia.com/2014/02/los-5-signos-que-indican-que-alguien-ha.html