Desde
tiempos inmemorables se ha mencionado que solo una vez en la vida te puedes
enamorar, que el primer amor es el único
y verdadero que nunca se olvidará. Se han hecho poemas, canciones, tributos
que dan a conocer lo que significa para cada quien esa persona que decimos especial.
Un
querido amigo mío, y de muchos en mi país, nos decía un día que el pensar que alguien
es especial para nosotros es pensar hacerle parte de uno, volver a juntarse en una
fusión que nada pueda dar cabida a una separación de ninguna manera, tan parecido
al caso de una historia que cuenta que en un planeta había seres con cuatro brazos,
dos cabezas, es decir todo doble pero que por una catástrofe, una explosión hizo
pedazos a tal planeta y partió en dos a sus habitantes, “… de allí la necesidad
de cada persona por encontrar su otra mitad…” nos decía.
Una
fusión de tal característica es ideal para cada uno de nosotros, pues así lo manda
la ley cuando dos personas se unen en matrimonio, que expresa que la mano del
hombre no intervenga en esa relación, y estoy de acuerdo en ello.
Hasta
ahora he comentado sobre la situación que todos hemos vivido en algún momento determinado
y que hubiésemos deseado nunca se termine, pero debo de decir que si existe el caso
en que muchas parejas a pesar de su gran amor, han tenido que separarse por
diferentes circunstancias que no cabe al momento mencionarlas. Estas separaciones
en muchos de los casos terminan con corazones lastimados y heridos, un corazón
desconfiado que muy difícilmente podrá volver a sentir algo por otra persona.
Es
allí dónde puedo decir que si podemos enamorarnos otra vez, y no será como la primera
de seguro, pues dependiendo de las dos partes, pueden hacer que ese sentimiento
sea más fuerte que lo anteriormente vivido. Nunca se puede comparar un sentimiento
vivido con otro, cada persona es especial en determinada manera y por naturaleza
propia podemos aportar algo nuevo que faltó en la anterior relación. Es poder
darnos cuenta también de las cosas que nos hicieron fallar y no volver a cometer
esos mismos errores, pues ya sabemos a qué nos conducirá esos caminos borrascosos.
Mi
artículo se refiere a “amar por décima vez” y no se refiere a seguirlo estrictamente
con diferentes personas, podemos amar por decima o muchas más a la misma persona,
pero que cada vez sea diferente y mejor. No deseamos ir de relación en relación
desgastando nuestro interés y fuerzas que solo deberíamos dedicar a quién
decimos amar desde el inicio.
El
hecho de ir de relación en relación es como ir despegando de nuestra piel, una cinta
adhesiva, si diez veces terminaste con alguien e iniciaste con alguien nuevo, diez
veces tendrás que sacar esta cinta de tu piel y verás que cada vez tu piel queda
débil o desgastada.
No
es fácil poder mencionar estos casos cuando quién los escucha (o lee) está pasando
por problemas recientes, pero si puedo decir que cada quien debe de estar muy seguro
de sí mismo y de que las cosas que ha dado o entregado en una relación son lo que
siempre deseó, es decir, con sinceridad, honestidad y sin querer herir a su ser
amado.
Para
que dedicarse a enamorar diez veces a otras personas cuando esas mismas diez veces
las podemos hacer para una sola. Que no sea la monotonía la que nos gane la
batalla y nos deje en algún momento solos lamentándonos de lo que pudo haber sido
y ya no tenemos. Hagamos que cada día sea especial para cada uno de nosotros y de
nuestra pareja
con las cosas que hacíamos cuando éramos para así poder valorar más aun la relación
que decidieron rescatar.
Fuente: http://revista-digital.verdadera-seduccion.com/valorar-el-amor/
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