La “toxicidad” se puede manifestar de diversas formas;
mirar por encima del hombro, ataques de rabia y/o ira por cuestiones banales,
hablar de manera inflexible y dogmática,quejarse en exceso, ridiculizar a los
otros…Todo ello produce que las personas del entorno ya sea familiar, laboral,
social, se sientan incomódos, frustrados, culpables o enfadados por la
presencia de dicha persona “tóxica”
Por otra parte, las
personas “nutricias” son aquellas que actúan como una especie de imán, se hacen
irresistibles a
los demás por su personalidad y su entorno se siente valorado, apreciado y
respetado en su presencia.
Personas nutricias ¿quiénes son?
¿Podemos decir que las personas
“nutricias” son “especiales”? No, simplemente, han desarrollado más las
habilidades sociales así como la empatía de manera que les resulta más fácil
identificar las emociones positivas y negativas de las otras personas, sin
necesidad de ser el centro de atención de una conversación.Además, su forma de
comunicarse es más asertiva en contraposición a la de las personas “tóxicas”
que suele ser agresiva, pasiva y, cuando es asertiva es para usar las técnicas
del mismo nombre que le permiten criticar al otro.
Las personas “nutricias” son más
auténticas, honestas consigo mismas y con los demás y suelen poseer una elevada
inteligencia social ( recordemos que nos movemos en el modelo de las
inteligencias múltiples, siendo una de ellas, la social) que les hace más
proclives a realizar comentarios positivos, críticas constructivas, reconocer
el éxito de los demás, sugerir, opinar sinceramente, negociar y, normalmente,
convencer porque no intenta imponer sus ideas ni se enfadan si estas no son
aceptadas.
Si llegados aquí, nos seguimos
identificando como una persona “tóxica” tendremos en cuenta que cualquier
actitud contraria a la descrita al hablar de personas “nutricias”, sólo servirá
para apartar de su vida a personas que, en algún momento, pueden o han podido
ser importantes para ti.
Igual que cualquier otro paciente, existe un paso importante, y prácticamente insoslayable, y es querer cambiar de verdad; si, realmente, estas descontento con tu conducta porque crees que sólo sirve para quedarte aislado, enfadado, entonces deberías cambiar antes que las consecuencias de tu conducta en tus relaciones interpersonales te afecten, generandóte ansiedad, sobretodo.
Consejos para dejar de ser una persona tóxica
1.- En primer lugar, piensa
en las conductas “tóxicas” que utilizas más frecuentemente y si tienes los recursos necesarios
para cambiar, es decir, paciencia, tolerancia, asertividad, empatía,…
Tienes que darte cuenta si serías capaz de cambiar, por ti mismo, tu forma de relacionarte con el otro de
manera que consiguieras tener mayor autocontrol, habilidades sociales o una
comunicación asertiva, en lugar de agresiva o pasiva.Si por ti mismo, no crees
que puedas hacerlo, consulta a un psicológo para que, te pueda ayudar a
convertirte en una persona “nutricia” con todos los beneficios de calidad de
vida que te supondrían.
2.- Piensa
en tu personalidad que
se ha ido formando por todo aquello acumulado en cuanto a experiencias,
educación, hábitos, costumbres, sentimientos, valores,… y que es lo que, a su
vez, produce tus conductas; es decir,si, en una época determinada de tu vida,
has sufrido mucho, lo que ello provoca ves que estes a la defensiva y
distante.Sin embargo, seguramente, ya ha pasado mucho tiempo, y no es necesario
que sigas manteniendo la misma actitud que, en su día, te sirvió para
protegerte pero ahora vuelve a producirte dolor.
3.- Escucha,
y no sólo oye, atentamente a los demás e intenta contenerte
para decir lo primero que piensas.Por cierto, eso no es más importante que lo
que dicen los otros, sino ,como máximo, igual de importante y nunca tienen que
estar todos de acuerdo, y viceversa.Lo más importante es escuchar, pensar en lo
que es más importante para ti y hablar, sabiendo que todos los puntos de vista
sirven para enriquecernos.
4.- Aprende
a reírte; dejáte de tomartelo todo tan en serio y practica la
risoterapia, liberarás endorfinas y te sentirás mejor.Estarás a punto de
conseguir tu cambio cuando hayas aprendido a reírte de ti mismo y de tu forma
negativa de ver las cosas.
5.- Sé
más flexible, contigo mismo y con los demás.Todo se puede hacer
de otra manera; cambiar lo que desayunas, ir al trabajo por otra ruta, decir
las cosas de manera diferente,… por poner ejemplos.Si te das la oportunidad de
conocer otras maneras, no pierdes nada pero puedes ganar mucho; para empezar,
la percepción de tu imagen por parte de tu entorno.
6.- Ejercita,
con frecuencia, la autocrítica; no hagas a los demás, aquello
que no quisieras que te hicieran a ti.
El resultado de todo ello será
que disfrutarás más de la vida y las personas de tu entorno familiar, laboral y
social se acercarán más a ti.Así, habrás pasado de ser una persona “tóxica” a
ser “nutricia” que hace la vida agradable a los demás, iniciandóse un proceso
interno de cambio continuo.
Una vez llegados a ese punto, es
muy posible que reconozcas a una persona “tóxica” en tu entorno; explicale tu
experiencia para que le sirva de aviso para poder realizar su propio proceso de
cambio ya que, de lo contrario, la “toxicidad” se podría extender a tu entorno
y te podría suponer una recaída.
Asimismo, es posible que existan
personas con características “tóxicas” y “nutricias” mezcladas o, por otra
parte, que una producido el cambio a persona “nutricia” se tengan relaciones
“nutricias” con algunas personas pero no se pueda evitar tener relaciones
“tóxicas” con otras.
Sin embargo, te corresponde a ti
saber elegir a las personas “nutricias”, con relaciones que te nutran y te
permitan nutrir a los demás y, al mismo tiempo, apartarte de las personas
“tóxicas” que generan relaciones “tóxicas”, las cuales sólo produces toxicidad
en el entorno familiar, laboral y social.
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